sábado, 11 de agosto de 2007

Hate is a strong word

- ¡No me mires como si me compadecieras! No sabes las nauseas que me provocas, esos hombres no valen la pena y eso lo tenemos tan en mente, querida - Le recordaba a Kat mientras aplicaba un poco de brillo labial y se acomodaba el cabello con los dedos.

- Es que... no lo sé, te veías tan...- explicó Kat entre suspiros.

- ¡Estúpida!- interrumpió Laura.


Sí, Laura era su nombre e incluso a ella le costaba trabajo recordarlo, entre el trabajo, los hombres, Kat y su gato terminarían desquiciandola por completo.

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